Los restos vegetales que caen al suelo aportan alimento para toda la comunidad de animales, hongos y bacterias que habitan el suelo, que los descomponen.
El proceso varía según el tipo de hoja.
Las del plátano actúan como un tejado o manto impermeable durante un largo periodo porque su tasa de descomposición es muy lenta.
Hojarasca de chopo. Se descompone bien en invierno.
Hojarasca de aliso, se descompone rápidamente durante el invierno, favoreciendo un rápido reciclaje de nutrientes.