La sucesión ecológica es el proceso de colonización y organización, recolonización y reorganización de las comunidades de organismos que habitan un lugar.
Los primeros colonizadores de las rocas desnudas son las bacterias, las algas microscópicas y los líquenes. Con el tiempo, sin la intervención humana, los cambios continuados en el soporte geológico y orgánico, de los organismos vivos y de la materia en descomposición llega a crear sistemas tan complejos como los bosques.
Los espacios antropizados mantienen generalmente una imagen y un funcionamiento estables en el tiempo si son mantenidos cuidadosamente por la mano del hombre. Las riadas del 7 y 8 de noviembre de 1982 representaron un punto y aparte para las salinas de Gerri.
Las salinas situadas debajo del pueblo, en el margen derecho, quedaron muy deterioradas y la producción se abandonó. Entonces la naturaleza tomó la iniciativa y fue produciéndose un proceso de sucesión ecológica. Las eras, empedradas y saladas fueron colonizadas poco a poco por una serie de plantas que toleran bien la sal.
Con el tiempo, el lavado por la lluvia ha ido permitiendo la colonización de las eras por plantas con peor tolerancia a la sal y han crecido árboles cerca del río. Poco a poco, los recuerdos del blanco de Gerri se van borrando entre bardagueras y tamariscos, sosas finas y barrilla...
La nueva realidad lleva a nuevos usos, que incluyen la presencia del ganado… Pero, ¿quién sabe qué sucederá mañana?
La mano del hombre, ayudado por las máquinas y por su trabajo inteligente, puede frenar y evitar el proceso de sucesión natural, dirigiendo la transformación del paisaje. Así, los habitantes de Gerri convirtieron las salinas de la ribera izquierda en huerta, por lo que tienen un aspecto muy diferente de las salinas de abajo.