El paisaje en mosaico, con zonas de cultivo, otras de vegetación espontánea y espacios urbanizados, crea una diversidad de ambientes que también suele incrementar la diversidad biológica.
Los setos de árboles y arbustos junto a los campos de cultivo y prados son el hábitat de muchas especies animales que encuentran en ellos humedad, refugio, alimento, etc. En muchos lugares son la única expresión de la vegetación autóctona.
Probablemente el topónimo Peramea deriva de petra media, piedra mediana, en referencia al bloque calcáreo del Muschelkalk que está adosado al pueblo. Las rocas y casas son espacios colonizables. Existen muchas especies que aprovechan bien los desequilibrios moderados producidos por los asentamientos urbanos.
En cada ambiente diferente existe una diversidad biológica local y al aumentar el espacio observado se incrementa la diversidad de ambientes y se multiplica la diversidad biológica. Un paisaje en mosaico es siempre un paisaje más rico, con más recursos biológicos y mayor capacidad de mantener una estabilidad global.