Los muros y pavimentos de las salinas de Gerri muestran una extraordinaria diversidad de colores, que se corresponden con la variedad de rocas utilizadas durante su construcción.
Las paredes de los estanques, construidas básicamente con bloques procedentes del río, muestran una buena colección de diferentes tipos de rocas.
Los conglomerados rojos están formados por cantos rodados de cuarzo blanco, pedernal y lidita o cuarzo negro. Los cantos rodados están muy redondeados y se encuentran incluidos en una matriz de areniscas rojizas. Son rocas sedimentarias detríticas, formadas a partir de gravas depositadas por ríos durante el triásico inferior, hace unos 250 millones de años.
Al lado de una piedra calcárea roja, se aprecia un canto rodado de granito, blanquecino con puntos oscuros. Este último material proviene de la cabecera del río Noguera, de la zona de Espot, la Bonaigua o el valle de Cardós.
Detalle de canto rodado de calcárea griotte del muro, con su característico color rojizo con nódulos más claros de fósiles de moluscos del devoniano superior.
Pavimento de una de las eras de las salinas, constituido por ofitas, conglomerados, calcáreas griotte, areniscas rojas, calcáreas grises y areniscas blancas que provienen de río arriba. El rejuntado, que ahora ya se encuentra colonizado y muy deteriorado, es arcilla gris obtenida sobre todo de la parte del camino de Enseu.
En este detalle de la pared del Alfolí se aprecia que los sillares son también de origen muy diverso.