El agua salada de la fuente se almacenaba primero en los estanques, después se hacía pasar a las arcabotes, donde sedimentaban las impurezas y aumentaba la concentración de sal y, por último, cristalizaba en las eras. Estos son los nombres de las balsas que constituían el sistema de producción de sal de Gerri.
El estanque era la balsa que estaba más arriba y la arcabota estaba situada a un nivel un poco superior al de la era. Todo estaba estudiado para facilitar al máximo el paso del agua salada de un compartimento a otro.
Los canalones del estanque daban salida a las diferentes capas de agua que almacenaba. Los canalones se abrían con un burxatolls y el que más se abría, el que se ve más gastado, era el inferior que es por donde salía el agua más salada.
Unos tablones de madera verticales limitaban la superficie de las eras y arcabotes. La estanqueidad de los compartimentos se conseguía llenando de arcilla las juntas existentes entre los tablones.
El empedrado de las eras y arcabotes estaba perfectamente nivelado para que la evaporación del agua fuera uniforme en toda la superficie.
Este agujero cuadrado, en el nivel inferior de la superficie de las eras, en el margen más cercano a la arcabota, se denomina palador y estaba destinado a las labores de limpieza de la era. Cuando el estanque debía estar lleno de agua para producir sal, el palador se tapaba con una losa.
Las eras y arcabotes se construían igual, con una capa de arcilla de base y encima el empedrado de bloques de piedra de río con una cara plana (llever) que conformaba la superficie.
Algunas eras y arcabotes se construían elevadas del suelo para nivelar el terreno y ponerlas a la altura adecuada unas respecto a otras.