Los canalones eran el elemento básico para la construcción de la red de canales, la reguera general, que distribuía el agua por todas las salinas.
Elevada 5 metros por encima de su punto de surgencia, el agua salada salía de la caseta que protegía la bomba y llegaba directamente al sistema distribuidor de canalones.
Había estanques río arriba y río abajo; los canales de la red, dotados de una ligera inclinación, les proporcionaban agua salada durante los meses en los que no se producía sal. Allí se almacenaba el agua hasta que empezaba la temporada de producción.
El mantenimiento de los canalones, al igual que el de los tablones separadores de eras y arcabotes, era casi mínimo porque el contacto continuo con el agua salda evitaba su putrefacción.
El tercer ramal principal de la red, que no era de madera y que colgaba de un cable de acero sostenido por dos torres, cruzaba el río y conducía el agua salada al margen opuesto.
Fotografía de principios de siglo cuando las salinas del margen izquierdo funcionaban a pleno rendimiento.